viernes, 16 de diciembre de 2016

La llegada


El inicio de Arrival pareciera más bien propio del último Malick: voz en off y sucesión de bellos planos, mas sin tanta abstracción audiovisual, cuentan que Amy Adams, una reconocida lingüista, perdió a su hija adolescente por una grave enfermedad, pero formalmente la película va por otro lado, un tanto más convencional, más allá de que el recurso siempre vuelva y hasta resulte clave para el forzado desenlace, porque si bien es cierto que la película admite ser leída como una historia de duelo y superación de una madre, es ése uno de los tantos puntos bajos, el intento de articular el nudo de la historia y la circunstancia doliente de la protagonista.
Vayamos a la trama en sí: aterrizan doce naves extraterrestres en distintas partes del mundo. Sobreviene, claro, el pánico y la incertidumbre, incluso cuando los visitantes mantienen una actitud pasiva y se prestan -en eso se centrará la película, con la lingüista, a la que le bastan un puñado de días para entender gramática marciana, en rol principal- para la comunicación entre razas, empresa harto complicada, no tanto por los alienígenas sino más bien por las cabezas gubernamentales distribuidas por los distintos puntos del globo. La película, después de todo, es una declamación laudatoria al diálogo y la fuerza del lenguaje por sobre cualquier otra forma de (in)comunicación.
Esto de las invasiones extraterrestres no resulta novedad pero Arrival prefiere correrse de los caminos comúnmente transitados, más allá de su primera parte, hasta la consumación del encuentro, resultando, hasta ahí, una muy buena película de género. Luego entra, por algunos minutos, en una meseta de la que sale incorporando ambigüedad en las criaturas –dotándolas de un poco de relieve, en realidad-  para, más allá de ser siempre visualmente cautivante, después, sobre el final, empantanarse narrativamente (la resolución se da, por pereza o incapacidad, en una conversación entre Adams y un marciano, con una serie de ¡traducciones subtituladas sobre la pantalla!). Una pena; este año el único gran estreno con bichos intergalácticos es 10 Cloverfield Lane.

No hay comentarios:

Publicar un comentario